El ojo tiene su propia presión, que no depende de la presión sanguínea. En algunos casos, la presión intraocular puede aumentar, comprometiendo la funcionalidad del nervio óptico y causando una patología conocida como glaucoma.
¿Qué se entiende por presión ocular?
La presión ocular es la presión resultante del equilibrio entre la secreción de humor acuoso, líquido producido dentro del ojo por una parte del cuerpo ciliar (ubicado detrás del iris) y su desflujo del ojo que ocurre a través de una estructura llamada sistema trabecular.
Mantener en equilibrio la presión ocular, también llamada Tono Ocular, es importante para optimizar la visión.
De hecho, la presión en los ojos favorece el mantenimiento de la forma del globo ocular y protege este último de algunas deformaciones.
Definición de hipertensión ocular o presión ocular alta
La alta presión de los ojos, en términos médicos definida como hipertensión ocular (IOP), está determinada por la velocidad con la que el líquido dentro del ojo, llamado humor acuoso, se produce y se reabsorbe (fuente Wikipedia).
Si el humor acuoso se drena demasiado lentamente del ojo, se interrumpe el equilibrio normal entre la producción y el drenaje y la presión ocular aumenta.
¿Cómo se mide la presión ocular?
La presión ocular se mide con un instrumento llamado tonómetro. Puede ser de contacto o de soplido y expresa la medida en milímetros de mercurio (mmHg).
La medición de la presión intraocular puede realizarse en diferentes momentos del día para monitorear posibles cambios.
Se controlan los nervios ópticos para verificar la posible presencia de daños o anomalías. Para un control adicional de los datos de presión, también se puede utilizar la paquimetría, un examen que mide el espesor de la córnea.
Valores de la presión ocular
La presión en los ojos, óptima para una visión correcta, debería permanecer en los valores comprendidos entre 10 y 20 mmHg.
Presión ocular baja
La presión ocular se considera baja cuando es inferior a 12 mmHg. Causas de la presión ocular baja La presión ocular baja es más rara y puede presentarse a raíz de complicaciones debidas a una cirugía. Con una presión ocular por debajo de los 10 mmHG, la visión del paciente comienza a disminuir y por lo tanto es necesario intervenir inmediatamente.
Presión ocular alta transitoria. ¿Cuándo?
La alta presión ocular puede ser transitoria en caso de gripe con tos, vómitos, ejercicio físico intenso, consumo excesivo de alcohol o cafeína. También pueden ocurrir casos de alta presión ocular en los cambios de estación o por la mañana. Sin embargo, se trata de cambios pasajeros y no alarmantes.
¿Qué determina la alta presión ocular?
Las causas de la alta presión ocular son las siguientes:
- Edad superior a 40 años.
- Factores hereditarios.
- Algunos medicamentos, en particular los corticosteroides.
- Un trauma ocular, por ejemplo, una lesión en el ojo que puede modificar el equilibrio del drenaje de líquidos.
- nfermedades oculares como el síndrome de pseudoexfoliación.
- Drenaje insuficiente de líquidos.
- Estrés.
- Embarazos complicados con variaciones de presión repentinas.
- Fumar.
- Diabetes o enfermedades cardíacas.
¿Cuáles son los síntomas de la alta presión ocular?
A menudo, la alta presión ocular es un trastorno asintomático.
No hay señales externas como ojos enrojecidos o dolor.
Después de años de alta presión, en cambio, la sensación es de tener una especie de niebla delante de los ojos y una dificultad para enfocar las cosas y los ambientes.
Para monitorear la presión ocular, es fundamental someterse a un examen completo de la vista realizado por un profesional de la visión.
¿Qué hacer en caso de alta presión ocular?
En caso de alta presión intraocular, es necesario someterse a controles regulares para evitar la aparición de patologías oculares como el glaucoma en el ojo o el retinoblastoma, uno de los tumores más frecuentes en la infancia.
La alta presión ocular y el glaucoma
Es importante subrayar que el aumento de la presión endo-ocular no es sinónimo de glaucoma.
La alta presión intraocular puede causar la aparición de patologías oculares como el glaucoma en el ojo, que si no se trata adecuadamente, puede llevar a una reducción gradual del campo visual.